Arqueología subacuática
La arqueología subacuática desde un punto de vista prehistórico resulta de gran interés, ya que la subida de los niveles marinos y lacustres del Holoceno originó que numerosos yacimientos prehistóricos estén actualmente sumergidos. El interés excepcional de estos yacimientos es la buena conservación, consecuencia del hecho de la inmersión , de materiales orgánicos, tales como la madera, cestería, cortezas. etc...
Un ejemplo es: Aktunkab, que significa "cueva de las manos", es una cueva sumergida, ubicada en Yucatán, México. Aktunkab cuenta con más de 300 huellas de manos en formatos positivos y negativos. La edad de las pinturas aún no se ha confirmado, sin embargo, cerámica encontrada en el lugar se estima en hasta 8.000 años de antigüedad.
Es un cenote: (del maya ts'ono'ot: caverna con agua) es una dolina inundada de origen kárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cuevas. Ahí se juntan las aguas subterráneas, formando un estanque más o menos profundo. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta. Como otras muchas estructuras geomorfológicas, los cenotes son estructuras transitorias, que finalmente pueden terminar rellenos y desecados, pasando a formar parte de lo que se conoce como un paleokarst
Un ejemplo es: Aktunkab, que significa "cueva de las manos", es una cueva sumergida, ubicada en Yucatán, México. Aktunkab cuenta con más de 300 huellas de manos en formatos positivos y negativos. La edad de las pinturas aún no se ha confirmado, sin embargo, cerámica encontrada en el lugar se estima en hasta 8.000 años de antigüedad.
Es un cenote: (del maya ts'ono'ot: caverna con agua) es una dolina inundada de origen kárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cuevas. Ahí se juntan las aguas subterráneas, formando un estanque más o menos profundo. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta. Como otras muchas estructuras geomorfológicas, los cenotes son estructuras transitorias, que finalmente pueden terminar rellenos y desecados, pasando a formar parte de lo que se conoce como un paleokarst
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